Ahora que acaba la temporada llegan los resultados finales de todos los equipos donde siempre hay sorpresas en el rendimiento de algunos equipos o jugadores que realizan una gran temporada.
Un jugador puede desarrollar un rendimiento en un equipo y el año siguiente desarrollar otro totalmente distinto en otro. Es un hecho contrastable que muchos jugadores han fracasado o triunfado al cambiar de equipo. Hace ya tiempo que sabemos que el grupo es algo diferente a la suma de los individuos que lo componen. El juego desplegado por un equipo de fútbol no depende tan sólo de las habilidades individuales de cada uno de los jugadores por ello se ve de forma habitual a equipos que no eran favoritos conseguir objetivos importantes este año podría ser el ascenso del a Cerdanyola a 3div por citar un ejemplo de formar un grupo y por tanto un gran equipo.
La razón es que hay toda una serie de factores y procesos que intervendrían en el juego que se practica, que en buena medida depende de la estructura y de los procesos grupales del equipo en cuestión. Acertar en el sistema de juego en función de los jugadores y del terreno de juego donde se juega, la adecuación de cada uno con el rol que se le ha asigna, la complementariedad de las funciones pueden hacer que el equipo que juegue mejor no sea el equipo que tenga los mejores jugadores, sino el que sabe jugar mejor en equipo.
Un equipo debe ser un grupo para serlo debe tener metas, aspiraciones y características distintas a las de cada uno de los integrantes. Primar el colectivo sobre lo individual y competir en conjunto tanto dentro del campo como fuera. Que la conducta de cada uno de sus miembros sea diferente en situaciones grupales donde todos den su máximo rendimiento. El grupo puede aumentar la conformidad, la obediencia, la tenacidad, la motivación y otras muchas conductas que los jugadores no exhibirían de forma aislada en otro equipo. Del mismo modo, el rendimiento individual cambia en función de las situaciones grupales. Por ello el rendimiento de un deportista cambiaría en función del grupo en el que se encuentre. Los grupos marcan la diferencia aparte del juego o cualquiera de las formas de interpretar los diferentes estilos de juego o el nivel de los jugadores esta es la clave. El entrenador al fichar debe tener este aspecto en cuenta no solo su nivel técnico-táctico, el como se adaptara al juego y los mas importante, como se adapta al grupo.
Un equipo es un grupo o conjunto de individuos que interaccionan y dependen unos de otros. Un número de jugadores empeñados en una actividad en este caso el fútbol no son necesariamente un grupo (Buceta) pero sí pueden llegar a serlo; sabemos que las personas han formado un grupo cuando se muestran interesados por la realización de su colectivo como totalidad, sienten que las asociaciones son beneficiosas, intentan ayudar a sus compañeros, hacen referencia a su colectivo como “nosotros”. Un colectivo de personas no es un grupo si los miembros están especialmente interesados en los logros individuales, no se interesan por las actividades de otros miembros o ven a los otros como rivales y están, a menudo, ausentes esto pasa en ocasiones en equipos donde los jugadores o entrenadores tienes miras individuales por delante de las necesidades del equipo, al final en la mayoría de casos no se consigue el objetivo deseado. En un equipo el ego personal se debe adaptar al equipo y no al revés.
No obstante dirigir grupos en deportes colectivos, en los que obtener resultados depende de tantos factores, es una tarea difícil teniendo en cuenta que sobre ello no existe una verdad absoluta y lo que a algunos les funciona en determinados momentos a otros, que ponen la misma actuación, no les da el mismo resultado, por lo que atreverse a organizar una lista de claves para la dirección de equipos se presenta poco realista (Carrascosa 2010).
Autor @danigomezdi de futbollab